Debido a la extensión de este tema, trataremos de
realizar un resumen que ayude a comprender de la manera más sencilla
posible, los fundamentos básicos de la composición mediante recomendaciones
que iremos danto a lo largo de todo el texto. A continuación, el ensayo en
sí.
La composición es una ciencia que, como la perspectiva y la anatomía, debe
estudiar el artista. Se aduce por muchos que estos estudios son pesados y
están en pugna con el pensamiento de que para expresar una emoción solo es
necesario sentirla, pero argumentan así, porque se olvidan de que el arte
tiene un alfabeto y su gramática y que sin conocer estos no será posible
decir bien lo que se siente; sin medios inteligentes nunca podrá ser
concretado un propósito. La pintura no es tan solo un intento de copiar la
naturaleza; tampoco es un esfuerzo eficiente o no, para aplicar pintura
sobre un lienzo bajo ciertas reglas: la pintura es el arte de usar de la
línea, de los valores y del color sobre una superficie plana a fin de
producir en el observador la emoción que o inspiro al pintor; cuando este no
pinta bajo una emoción o una necesidad de tipo espiritual y psíquico, el
resultado no podrá ser nunca una obra de arte. Algunos artistas entienden
que solo son creadores por la gracias o el soplo de la musa o por un simple
impulso intuitivo y por ello rechazan las disciplinas que la ciencia del
arte impone. No quieren darse cuenta de que conociendo es como podrán
expresarse de manera inteligible que así se ahorraran múltiples esfuerzos
que, de otra manera, serian vacios y estériles. Se dice que el gusto o
habilidad en el arreglo es un don natural que no requiere de estudios. Esto
es equivocado pues toda facultad necesita de conocimientos y de una práctica
para poder desarrollarse.
Componer es en primer lugar, establecer un orden rítmico que conjugue
armónicamente a los diferentes elementos de un cuadro y que no impida el
ritmo natural de cada figura u objeto.
De la misma manera que el ritmo del dibujo tiende a la curva geométrica sin
seguirla, pues entonces perdería vitalidad y parecería algo muerto, la
composición de un cuadro se establece también sobre figuras geométricas
aunque sin seguirla estrictamente y desarrollando la unidad por la fantasía
y el capricho del pinto. La forma geométrica básica que en la mayor parte de
los casos, surge inconscientemente de la mente del artista queda siempre
oculta; si tuviese evidencia en el conjunto este quedaría si vida, como
hemos dicho al referirnos al ritmo lineal. Componer es así mismo, distribuir
armónicamente las aéreas de claro y oscuro y las manchas de diferentes
colores. La composición es tan importante que si una obra, correctamente
resuelta en asunto, dibujo, color y técnica, está mal compuesta, fracasa sin
remedio.
La naturaleza raramente ofrece asuntos ya hechos; tan solo, y en muy raras
ocasiones, se encuentra en ella un asunto que pueda ser trasladado sin
alteraciones al nivel de una buena composición. Sin embargo la naturaleza
ofrece abundantes y variadísimos elementos que pueden ser seleccionados con
conocimiento, para un arreglo pictórico y a los que el artista añade, altera
o elimina, destacando unos, subordinando otros, rectificando tamaños y
formas o sustituyendo estas, modificando valores y ajustando y relacionando
colores hasta que consigue un resultado que, muchas veces, en nada se parece
al modelo pero que desde un punto de vista estético es muy superior a este.
El arte del arreglo es regido por ciertos principios básicos que, una vez
conocidos son útiles para orientar el propio esfuerzo, para ayudar a la
selección del asunto y del mejor punto de vista y para combinar
armónicamente los diferentes elementos de aquel se puede construir un
marquito-visor de unos 5x8 cm recortando un rectángulo en el centro de una
tarjeta postal, de manera que quede un marco de 1cm mas o menos en cada uno
de sus lados y a los cuales se les pintara de negro posteriormente. A travez
de esta avertura rectangular y colocando el marquito ante la vista a poco
mas o menos un palmo de distancia de ella y en sentido horizontal o vertical
según convenga, se estudia la naturaleza mirándola con un ojo abierto y el
otro cerrado y desde varias posiciones hasta seleccionar el trozo más
atractivo y compuesto. Este marquito es un medio excelente para estudiar la
escena y comprobar, desde diferentes posiciones si la situación de los
elementos es correcta o si estos requieran ser rectificados o sustituidos,
si la cantidad de luz y la dirección de esta son efectivas y si los tonos y
colores contribuyen a la unidad armónica. Esta preparación es de gran
importancia y siempre será conveniente resolverla por medio de estudio en un
pequeño block con lápiz, pluma, lápices de colores o pastel.
Al considerar un asunto hay que pensar en su expresión como un cuadro y no
como algo que es grato mirar por si mismo, con la práctica se llega a
reconocer instintivamente esta diferencia. Cuando sea observado el asunto
por el marco-visor se debe estudiar que ningún elemento importante quede
situado en el centro del cuadro y que este no aparezca dividido en dos
partes iguales por una línea vertical u horizontal en el centro; dos mitades
de colores diferentes o dos partes iguales de cielo establecen un equilibrio
muy desagradable de masas. Seguidamente se habrá de considerar la extensión
del primer término a incluir; cuando esta es excesiva el cuadro ofrece
dificultades ejecutivas y termina, en la mayor parte de los casos, por ser
triste e inconsistente; muchas obras tendrían una mayor belleza primer
término y solo tuviesen representadas en ella el primer plano y la
distancia.
Fuente del
Artículo: http://buscadordearticulos.com
David A.C. es un pintor profesional
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